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FRECUENCIA SOLFEGGIO

La comunidad científica comenzó a vincular el tipo de música que se toca y la variedad de respuestas físicas del cuerpo humano. En 1988, el bioquímico Dr. Glen Rein hizo un descubrimiento que confirmó los puntos de vista de las antiguas tradiciones espirituales cuando probó el impacto de diferentes músicas en el ADN humano.

¿qué es la música que cura?

El estudio cientifico

La comunidad científica comenzó a vincular el tipo de música que se toca, y la variedad de respuestas físicas del cuerpo humano. Este hecho comenzó cuando en 1988, el bioquímico Dr. Glen Rein hizo un gran descubrimiento. Éste descubrimiento confirmó los puntos de vista de las antiguas tradiciones espirituales, cuando probó el impacto de diferentes músicas en el ADN humano.

Rein expuso viales con ADN idéntico a cuatro tipos de música de diferentes frecuencias: cantos gregorianos, cantos sánscritos, música clásica y rock. Al medir la tasa de absorción de la luz ultravioleta, una función esencial del ADN saludable, Rein pudo evaluar los efectos de cada tipo de música. Los resultados te harán pensar detenidamente, qué tipo de música escuchar cuando quieras relajarte.

origen de la música sanadora

Respecto a los resultados del estudio sobre las musicas sanadoras de Rein, se pudo comprobar que; los cantos gregorianos y sánscritos tuvieron el efecto más positivo e incluso curativo, aumentando la absorción de luz ultravioleta entre un 5 y un 9 por ciento. En segundo puesto quedo la música clásica, aumentó la absorción de luz ultravioleta en pequeñas cantidades. Sin embargo el Rock, disminuyó la absorción ultravioleta, y dañó el ADN.

La investigación de Rein apoyó la teoría de que las frecuencias de sonido tienen fuertes efectos, positivos o negativos, en la salud y el bienestar de la persona.

Desde el revelador descubrimiento de Rein, han surgido más investigaciones que muestran que las frecuencias de Solfeggio tienen profundos efectos mentales, emocionales y físicos. Gracias a este conocimiento, la musico-terapia se estableció como una profesión de la salud; ayudando terapéuticamente a las personas mediante el uso de varios aspectos de la creación y escucha de música.

frecuencia de un cuerpo sano y de musica sanadora

La Frecuencia Schumann

Sin embargo, para comprender qué tienen de especial las frecuencias de Solfeggio y cómo se diferencian de otros tonos, primero es muy importante comprender la resonancia de Schumann.

Quizás se pregunte por qué las frecuencias de Solfeggio producen efectos más positivos en el cuerpo que cualquier otro sonido o tono. La respuesta está en la resonancia de Schumann.

Konig descubrió que las resonancias coincidían con cinco estados diferentes de ondas cerebrales: delta, theta, alfa, beta y gamma. Estos estados son los que ocurren naturalmente durante las actividades diarias, desde el sueño hasta la creación o el aprendizaje.

Investigaciones posteriores, respaldan los hallazgos de Konig y confirman las increíbles similitudes entre la resonancia de Schumann y la actividad cerebral. Además, otra investigación indica que la baja frecuencia de la resonancia de Schumann proporciona sincronización para una función cerebral superior.

¿Cómo se relacionan las resonancias de Schumann con las frecuencias de Solfeggio?

Estos últimos tienen efectos tan positivos, porque resuenan en armonía con la resonancia Schumann de 8 Hz. En términos musicales, las frecuencias se ramifican a partir de 8 Hz, y ascienden en la escala musical octava a octava hasta que la nota C vibra a la frecuencia de 256 Hz, y la nota A vibra a 432 Hz. Cuando la música se sintoniza para armonizar con esta frecuencia, se llama afinación científica.

El descubrimiento de las frecuencias Solfeggio

Las frecuencias de Solfeggio incluyen seis tonos diferentes, entre otros.

En 1952, el físico alemán Winfried Otto Schumann documentó matemáticamente las resonancias electromagnéticas que existen entre la superficie terrestre y la ionosfera (la parte de la atmósfera que tiene carga eléctrica). Encontró que estas ondas electromagnéticas, que se originan a partir de descargas de rayos, resonaban a una frecuencia baja entre 7,86 y 8 Hz. Determinó que esta frecuencia era esencialmente el latido del corazón de la Tierra. Desde entonces se le conoce como la resonancia de Schumann en honor a su fundador.

El sucesor de Schumann, el estudiante de doctorado Herbert Konig, llevó la investigación un paso más allá. Estudió la conexión entre las resonancias de Schumann comparando registros de EEG con campos electromagnéticos terrestres, y descubrió que coinciden con diferentes niveles de actividad cerebral humana.

El hallazgo de 7,8 Hz

El Dr. König, a través de muchas mediciones, pudo determinar luego que el valor exacto no era 10, sino 7,8 Hertz y esto hizo que el asunto sea todavía mas interesante, pues 7,8 Hertz es la frecuencia del hipotálamo y es la única frecuencia que en todos los mamíferos, incluyendo el hombre, es tan exactamente común.
Mientras el ritmo Alfa varia de una persona a otra y el mismo es de aproximadamente 9, 10,11 Hertz, la frecuencia de 7,8 Hertz es  exactamente común a todos, es una constante normal biológica, que funciona como un marcapaso para nuestro organismo y SIN ESA FRECUENCIA LA VIDA HUMANA NO ES POSIBLE.

Esto se comprobó con los primeros astronautas, quienes  volvían de su misión espacial con serios problemas de salud. Al estar volando fuera de la ionosfera les faltaba la pulsación de esa frecuencia vital de 7,8 Hertz. Mas tarde, este problema fue subsanado por generadores de ondas Schumann artificiales.

La frecuencia del cuerpo humano sano

Todos los objetos en este planeta emiten frecuencias que son medibles, de una forma muy precisa, por la ciencia moderna. Las frecuencias se miden contando la repetición de ocurrencias de un determinado flujo de sucesos por segundo. La unidad de medida es el hercio (Hz).
El ser humano como organismo vivo también emite ciertas frecuencias que son medibles con precisión.  Es decir, el hombre es una máquina radiante de frecuencias, ya que cada uno de los órganos de nuestro cuerpo emite diferentes frecuencias.
Nuestro cerebro funciona mediante corrientes eléctricas, nuestros oídos absorben sonidos (vibraciones de frecuencias) y nosotros producimos sonidos, olores, etc: todos estos por medio de frecuencias.

El descubrimiento de la enfermedad por su frecuencia

En 1992 se construyó el primer monitor de frecuencias en el mundo.Se determinó que la frecuencia media de un cuerpo humano sano está en el rango de los 62 a 68 Hz. Cuando ésta cae por debajo de estos niveles, el sistema inmune es mucho más vulnerable. Enfermedades como el resfriado o la gripe aparecen en niveles de 55 Hz, y el cáncer a niveles de 42 Hz.
El hecho de poder medir las frecuencias que emite el ser humano, ha llevado a los científicos a realizar numerosos experimentos, y ver que las frecuencias que emite un cuerpo humano sano y uno enfermo son claramente diferentes. Más aún, hoy se conoce qué células portadoras de distintas enfermedades emiten frecuencias diferentes dependiendo de la enfermedad de que se trate.

¿qué es la música que cura?

La comunidad científica comenzó a vincular el tipo de música que se toca, y la variedad de respuestas físicas del cuerpo humano. En 1988, el bioquímico Dr. Glen Rein hizo un descubrimiento, que confirmó los puntos de vista de las antiguas tradiciones espirituales; cuando probó el impacto de diferentes músicas en el ADN humano.

Rein expuso viales con ADN idéntico a cuatro tipos de música de diferentes frecuencias: cantos gregorianos, cantos sánscritos, música clásica y rock. Al medir la tasa de absorción de la luz ultravioleta, una función esencial del ADN saludable, Rein pudo evaluar los efectos de cada tipo de música. Los resultados te harán pensar detenidamente, qué tipo de música escuchar cuando quieras relajarte.

origen de la música sanadora

Los resultados del estudio de la musica sanadora de Rein, fueron reveladores. En primer lugar estuvieron los cantos gregorianos y sánscritos, tuvieron el efecto más positivo e incluso curativo, aumentando la absorción de luz ultravioleta entre un 5 y un 9 por ciento. Le siguió la música clásica, aumentó la absorción de luz ultravioleta en pequeñas cantidades. Sin embargo el Rock, disminuyó la absorción ultravioleta, y dañó el ADN. La investigación de Rein apoyó la teoría de que las frecuencias de sonido tienen fuertes efectos, positivos o negativos, en la salud y el bienestar.

Desde el revelador descubrimiento de Rein, han surgido más investigaciones que muestran que las frecuencias de Solfeggio tienen profundos efectos mentales, emocionales y físicos. Gracias a este conocimiento, la musico-terapia se estableció como una profesión de la salud; ayudando terapéuticamente a las personas mediante el uso de varios aspectos de la creación y escucha de música.

La Frecuencia Schumann

Sin embargo, para comprender qué tienen de especial las frecuencias de Solfeggio y cómo se diferencian de otros tonos, primero es muy importante comprender la resonancia de Schumann.

Quizás se pregunte por qué las frecuencias de Solfeggio producen efectos más positivos en el cuerpo que cualquier otro sonido o tono. La respuesta está en la resonancia de Schumann.

Konig descubrió que las resonancias coincidían con cinco estados diferentes de ondas cerebrales: delta, theta, alfa, beta y gamma. Estos estados son los que ocurren naturalmente durante las actividades diarias, desde el sueño hasta la creación o el aprendizaje.

Investigaciones posteriores, respaldan los hallazgos de Konig y confirman las increíbles similitudes entre la resonancia de Schumann y la actividad cerebral. Además, otra investigación indica que la baja frecuencia de la resonancia de Schumann proporciona sincronización para una función cerebral superior.

¿Cómo se relacionan las resonancias de Schumann con las frecuencias de Solfeggio?

Estos últimos tienen efectos tan positivos, porque resuenan en armonía con la resonancia Schumann de 8 Hz. En términos musicales, las frecuencias se ramifican a partir de 8 Hz, y ascienden en la escala musical octava a octava hasta que la nota C vibra a la frecuencia de 256 Hz, y la nota A vibra a 432 Hz. Cuando la música se sintoniza para armonizar con esta frecuencia, se llama afinación científica.

El descubrimiento de las frecuencias Solfeggio

Las frecuencias de Solfeggio incluyen seis tonos diferentes, entre otros. Veamos  cada frecuencia y sus efectos curativos sobre el cuerpo y la mente.

En 1952, el físico alemán Winfried Otto Schumann documentó matemáticamente las resonancias electromagnéticas que existen entre la superficie terrestre y la ionosfera (la parte de la atmósfera que tiene carga eléctrica). Encontró que estas ondas electromagnéticas, que se originan a partir de descargas de rayos, resonaban a una frecuencia baja entre 7,86 y 8 Hz. Determinó que esta frecuencia era esencialmente el latido del corazón de la Tierra. Desde entonces se le conoce como la resonancia de Schumann en honor a su fundador.

El sucesor de Schumann, el estudiante de doctorado Herbert Konig, llevó la investigación un paso más allá. Estudió la conexión entre las resonancias de Schumann comparando registros de EEG con campos electromagnéticos terrestres, y descubrió que coinciden con diferentes niveles de actividad cerebral humana.

El Dr. König, a través de muchas mediciones, pudo determinar luego que el valor exacto no era 10, sino 7,8 Hertz y esto hizo que el asunto sea todavía mas interesante, pues 7,8 Hertz es la frecuencia del hipotálamo y es la única frecuencia que en todos los mamíferos, incluyendo el hombre, es tan exactamente común.
Mientras el ritmo Alfa varia de una persona a otra y el mismo es de aproximadamente 9, 10,11 Hertz, la frecuencia de 7,8 Hertz es  exactamente común a todos, es una constante normal biológica, que funciona como un marcapaso para nuestro organismo y SIN ESA FRECUENCIA LA VIDA HUMANA NO ES POSIBLE.

Esto se comprobó con los primeros astronautas, quienes  volvían de su misión espacial con serios problemas de salud. Al estar volando fuera de la ionosfera les faltaba la pulsación de esa frecuencia vital de 7,8 Hertz. Mas tarde, este problema fue subsanado por generadores de ondas Schumann artificiales.

La frecuencia del cuerpo humano sano

Todos los objetos en este planeta emiten frecuencias que son medibles, de una forma muy precisa, por la ciencia moderna. Las frecuencias se miden contando la repetición de ocurrencias de un determinado flujo de sucesos por segundo. La unidad de medida es el hercio (Hz).
El ser humano como organismo vivo también emite ciertas frecuencias que son medibles con precisión.  Es decir, el hombre es una máquina radiante de frecuencias, ya que cada uno de los órganos de nuestro cuerpo emite diferentes frecuencias.
Nuestro cerebro funciona mediante corrientes eléctricas, nuestros oídos absorben sonidos (vibraciones de frecuencias) y nosotros producimos sonidos, olores, etc: todos estos por medio de frecuencias.
En 1992 se construyó el primer monitor de frecuencias en el mundo.Se determinó que la frecuencia media de un cuerpo humano sano está en el rango de los 62 a 68 Hz. Cuando ésta cae por debajo de estos niveles, el sistema inmune es mucho más vulnerable. Enfermedades como el resfriado o la gripe aparecen en niveles de 55 Hz, y el cáncer a niveles de 42 Hz.
El hecho de poder medir las frecuencias que emite el ser humano, ha llevado a los científicos a realizar numerosos experimentos, y ver que las frecuencias que emite un cuerpo humano sano y uno enfermo son claramente diferentes. Más aún, hoy se conoce qué células portadoras de distintas enfermedades emiten frecuencias diferentes dependiendo de la enfermedad de que se trate.

Los tipos de frecuencias de Solfeggio y sus beneficios.

396 Hz

La música sintonizada a 396 Hz ayuda a eliminar miedos, preocupaciones y ansiedades subconscientes. También ayuda a eliminar los sentimientos de culpa y las creencias negativas subconscientes que bloquean el camino hacia las metas personales.

Escuchar música sintonizada en esta frecuencia es muy útil cuando quieres sentirte de mejor humor, seguridad y dedicar energía a tus metas y sueños.

432Hz

Muchos de los primeros instrumentos musicales se construyeron para una afinación de 432 Hz, que era la afinación estándar antes de mediados del siglo XX. Desde entonces, la afinación de 440 Hz se ha convertido en la norma. La frecuencia de 432 Hz resuena con la resonancia Schumann de 8 Hz y es famosa por sus efectos relajantes.

Un estudio doble ciego de Italia indicó que la música sintonizada a 432 Hz reduce la frecuencia cardíaca en comparación con 440 Hz. Esta frecuencia llena la mente con una sensación de paz y bienestar y, por lo tanto, es el acompañamiento ideal para el yoga, el ejercicio suave, la meditación o el sueño.

741Hz

La música sintonizada a 741 Hz ayuda en la resolución de problemas, la purificación corporal y la expresión personal. También ayuda a despertar la intuición y vivir de una forma más sencilla y pura.

Esta frecuencia es ideal si tiene problemas para encontrar un estilo de vida saludable, expresar su creatividad o decir lo que piensa.

528Hz la frecuencia del amor

Aunque la ciencia sobre los efectos curativos de 528 Hz todavía está en pañales, las primeras investigaciones indican que tiene la capacidad de curar y reparar el cuerpo.

Un estudio japonés de 2018 encontró que la música sintonizada a la frecuencia de 528 Hz redujo significativamente el estrés en los sistemas nervioso autónomo y endocrino incluso solo cinco minutos después de escucharla. Y en un estudio publicado en el Journal of Addiction Research & Therapy, la frecuencia de 528 Hz redujo los efectos tóxicos del etanol, el ingrediente activo de las bebidas alcohólicas, en las células. Pero lo más impresionante fue que esta frecuencia aumentó la vida de las células en un 20 por ciento.

Los efectos energéticos y curativos de la música de 528 Hz la convierten en la compañera ideal cuando no te sientes bien o simplemente necesitas relajarte.

639Hz

Esta frecuencia ayuda a equilibrar las emociones y elevar el estado de ánimo. También promueve la comunicación, el amor, la comprensión y genera armonía en las relaciones interpersonales.

La música en 639 Hz es ideal cuando necesitas un impulso de amor y positividad o necesitas resolver conflictos en una relación.

852Hz

La frecuencia de 852 Hz ayuda a convertir los pensamientos negativos en positivos, por lo que es ideal cuando te atacan los nervios o la ansiedad. También ayuda a despertar la intuición y la fuerza interior.

Disfrutarás de la música sintonizada a 852 Hz si buscas comunicarte con tu yo superior y vivir en armonía con él.

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